Manto decorativo para chimenea, cambia tu ambiente

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Cuando pensamos en chimeneas, pensamos en elegantes chimeneas de mármol estilo Haussmann adornadas con molduras. Chimeneas prusianas, de mármol, pero también de hierro fundido y bronce. O los polifacéticos modelos Art Déco embellecidos con madera, metal, piedra, loza, vidrieras y otros materiales variados. Hoy en día, la norma anticontaminación ha acabado con los fuegos de chimenea y ha dado paso a una nueva tendencia: la chimenea decorativa.

 

Repisa decorativa, ¿dónde instalarla?

 

Al principio, pensaste instalarlo en el salón. Lógico, pero demasiado banal para tu gusto y el de tu mujer. Tu dormitorio parece el lugar perfecto, dados los distintos tamaños de estas chimeneas ficticias. Esta vez es tu mujer la que piensa que la habitación estaría demasiado llena de muebles con el armario, la cómoda, las estanterías… ¿Por qué no la habitación de los niños, que podrían convertirla en una especie de baúl de juguetes que diera a… ¡el desorden!

Pero quizá no sea necesario entrar en eso ahora… El cuarto de baño Una habitación original para una chimenea decorativa, Su ventaja es que es espacioso y este nuevo mueble sustituiría al demasiado tradicional armario con espejo. Añadiendo toalleros en los laterales, la repisa podría utilizarse para utensilios de maquillaje y expositor de productos de baño.

Sin olvidar el espejo de la parte superior, que estaría pintado en negro lacado con sus soportes laterales en blanco. Así estaría en perfecta armonía con el diseño a cuadros blancos y negros de los azulejos. Bonita idea, sin duda, pero esta vez a Monsieur le falta entusiasmo… El último lugar en el que habríamos pensado, la entrada del piso.

Dada su anchura, sería ideal. El espejo en el centro, con pequeños ramos de flores en los extremos del manto, un retrato de familia, un llavero, gafas de sol, un zapatero en el hogar, una pequeña lámpara decorativa, y la señora podría retocarse el maquillaje sin tener que volver al cuarto de baño con los zapatos puestos. La idea le atraía y despertaba su curiosidad, y la señora de la casa ya ardía de expectación.

 

Un abrigo para 4 estaciones

 

En invierno, la Navidad gira en torno a los adornos adecuados. El tradicional acebo y sus bolitas rojas. Velas de colores, guirnaldas con reflejos mágicos, estrellas parpadeantes que hacen soñar a los más pequeños, personajes bíblicos en la cuna, el carro de Papá Noel tirado por renos y vestido con luces intermitentes… ¡para que tu árbol de Navidad esté verde de envidia!

 

En primavera, las primeras flores alegran este manto alrededor de tus obras de arte. Es el lugar perfecto para colocar algunos fotogramas de tus tomas fotográficas de aficionado, como los árboles en flor, frente a una puesta de sol resplandeciente que se abre paso a través de una nube de niebla.

 

En verano, la repisa de la chimenea se llena de objetos encontrados en mercadillos: un viejo despertador antiguo, un reloj retro con números romanos atacado por el óxido. El verano siempre es un buen momento para repintar. Por ejemplo, a tu repisa blanca no le vendría mal un tono oxidado. Con el espejo colocado detrás de tu colección de objetos vintage, los apreciarás desde todos los ángulos.

 

El otoño es tiempo de recuerdos de vacaciones: conchas y estrellas de mar, lavanda seca, fotos familiares bajo un magistral despliegue de fuegos artificiales. Arena, en una botella transparente coronada con una planta en miniatura, esas pequeñas cosas en las que más nos fijamos. Cada año, hacia el final del otoño, la calabaza de Halloween se hace un hogar natural.

 

¡La chimenea del arte despega!

 

Un piloto de aviones militares que no se atrevía a dejar atrás su carrera sin un recuerdo duradero decidió construir una chimenea decorativa con la carcasa de un viejo avión. Con el armazón retocado con un mazo, el piloto retirado realizó su obra «cabeza caliente», un apodo que siempre se le había pegado. Su chimenea estaba formada por trozos de tren de aterrizaje en los dos pilares que sostenían el manto en forma de alerón, todo ello sujeto con remaches de «viejo reloj de cuco» de los años cincuenta. A día de hoy, la chimenea en forma de alerón está llena de una verdadera colección de maquetas de aviones de todas las épocas.

 

La repisa, decoración selvática

 

Como amante de la naturaleza, tu salón está invadido por un bosque de plantas. Sabías que la repisa decorativa azul que habías comprado recientemente estaba fuera de lugar en esta habitación, a pesar de las molduras en forma de hoja que te hicieron decidirte a comprarla. Lo único que tenías que hacer era sacar todo el partido con tonos verdes y algo de verdadero arte. Hoy, esta repisa camaleónica se ha convertido en parte integrante de la jungla de tu salón. A veces no hace falta mucho para hacerte feliz…

 

De manto o mural

 

Hoy en día, si visitas el sitio web de Chemin’Arte, la chimenea más destacada es el modelo mural, con sus líneas modernas y elegantes. Tanto si el sistema es eléctrico como si funciona con etanol, es un placer admirar estos diseños elegantes y vanguardistas. Las ventajas: no desprenden olores ni polvo, no tienen salida de humos, y reducen el número de repisas, porque se pueden empotrar.

 

Volviendo a nuestros abrigos, la tendencia actual es aprovechar al máximo el espacio. Algunos modelos originales tienen compartimentos, que resultan muy prácticos para guardar tus libros, vasos, botellas de vino, juegos y vídeos. Algunos de estos muebles están abiertos como estanterías, mientras que otros tienen cierres con tiradores incrustados y pequeñas puertas que se funden con la decoración, haciéndolos invisibles. Así nuestros pequeños secretos se mantienen calientes.

 

Cuando se trata de casas de campo, la madera teñida vintage es atemporal. Hay mucho donde elegir, con formas innovadoras que combinan lo antiguo y lo nuevo. Algunos modelos incorporan las clásicas molduras de hojas metálicas o pequeñas esculturas de animales para los amantes de la naturaleza.

 

Colores sin fronteras

 

La ventaja de las repisas decorativas es que la mayoría son de madera, por lo que son fáciles de pintar. El acrílico es perfecto para este trabajo, y todo lo que tienes que hacer es elegir los colores. Para proteger la pintura y la madera, aplica un barniz mate o brillante, o por qué no un efecto lacado que hará que tu repisa sea suave y agradable al tacto, como el mármol.

 

Montaje de la chimenea

 

¿Eres un aficionado al bricolaje y quieres hacer tu propia repisa? Necesitarás un taladro, una sierra de calar, una lijadora, una regla, un lápiz, una escuadra, un martillo (y un mazo), pegamento y clavos (y tornillos).

 

Consigue unos tacos para sujetar la estructura y unos tablones de pino macizo. Tableros OSB 2 si optas por soportes de manto más elegantes. Los tableros OSB recubiertos con un tinte de roble claro y una capa de barniz dan un acabado excelente, pero si prefieres la pintura blanca, también hará que los tableros OSB destaquen muy bien. Tu manto de pino macizo, que puedes cortar en curvas ingeniosas con la sierra de calar, antes de lijarlo y pintarlo a tu gusto. Sólo te queda añadir unas molduras, que encontrarás en tiendas de bricolaje. Para elegir las dimensiones, haz un croquis en una hoja de papel y un plano de la disposición en la pared donde piensas instalarlo.

 

De lo viejo a lo nuevo

 

Recuperar una vieja repisa para hacer una nueva requiere algo de imaginación. El primer paso es limpiarla suavemente con molduras de época. Después, añade elementos como loza, vidrieras, pintura de hormigón, yeso de colores, conchas o piezas de cristal de colores. Si buscas sencillez, una buena capa de pintura puede ser todo lo que necesites.

 

No hay límites a tu imaginación cuando se trata de decorar, y tu repisa está esperando a que pongas en práctica tu talento.

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