Guía de compra estufas

Comprar una estufa puede ser un reto debido a la variedad que existe en el mercado. Aun así, existen características que, si tomamos en cuenta, harán que nuestra decisión sea mucho más sencilla.

Existe una estufa ideal para tus espacios y para tus requerimientos, solo debes conocer el tipo de tecnología con la que trabaja y las necesidades energéticas del espacio en donde será instalada. Conozcamos más sobre las estufas.

¿Qué es una estufa? 

 

De manera general, todo aparato que genere calor para calentar es una estufa. La diferencia entre las estufas está en la construcción, el uso y la tecnología con la que se genere ese calor.

Actualmente, y motivado por el aprovechamiento de nuevas fuentes de energía, se han creado nuevos tipos de estufas, las cuales se diferencian de las más tradicionales en lo limpio del sistema generador de calor. En algunos casos, más que el proceso sea más limpio en cuanto a los residuos que se emiten al ambiente, existe una clara tendencia a los procesos eco amigables, encontrando nuevas maneras de aprovechar residuos para generar calor. 

 

Tipos de estufas

 

La manera más útil de clasificar las estufas es reconociendo la forma en que se genera el calor, siendo así, estos son los tipos de estufas más conocidos.

 

Estufas eléctricas

Las estufas eléctricas cuentan con un sistema que transforma la energía eléctrica en calor. La forma en que esto ocurre es mediante el paso de la corriente eléctrica por unas resistencias, las cuales se calientan, elevando la temperatura del aparato. Esto genera un diferencial de temperatura entre el aparato y el ambiente favoreciendo el intercambio de calor.

Por lo general, la efectividad de las estufas eléctricas es elevada, ya que se aprovecha al máximo la fuente de energía.

 

Estufas de gas

Las estufas de gas generan el calor necesario para calentar el espacio gracias al proceso de combustión. Por lo general, estas estufas usan Butano como combustible y este genera dióxido de Carbono más agua y calor. La eficiencia de este tipo de estufa depende directamente de cómo se aproveche el proceso de combustión. En muchos casos, estas estufas cuentan con dos cámaras de combustión para aprovechar al máximo el combustible que no reaccionó en la primera etapa.

Dependiendo de la pureza del gas que se utilice, el proceso será más limpio, pero sin dudas, es una estufa que presenta los riesgos asociados al fuego, por ejemplo, puede ocasionar un incendio.

 

Estufa de pellet

El mecanismo de combustión de las estufas de pellets es posible gracias a que el material es una mezcla de biomasas, esencialmente madera. El Pellet, como si fuese madera, se quema originando calor. La ventaja del pellet es que es un producto de combustión más limpia y que, comparado con otros combustibles, es más económico. 

 

Estufas de parafina

Son versiones más tradicionales de estufas, funcionan con parafina, un combustible, que se quema en presencia de Oxígeno, generando calor. Si comparamos estas con la de pellet, las estufas de parafina son más contaminantes por las emisiones de productos derivados de la combustión.

 

Estufas de leña

Son otro de los modelos clásicos, aunque pueden ser muy económicas entendiendo que podemos alimentar cualquier tipo de madera, su rendimiento es bajo. Es decir, el aprovechamiento de los reactivos no está optimizado y, por lo general, una parte del calor generado se pierde por la ventilación de la chimenea.

 

Estufas de biomasa

Más allá de las estufas de pellet, existen las estufas de biomasa, las cuales son alimentadas con residuos orgánicos de distintos orígenes. Suelen ser muy buscadas en la actualidad, son económicas, operacionalmente hablando, pero requieren gran mantenimiento. 

 

Cómo funcionan las estufas 

 

Las estufas funcionan de acuerdo con el sistema de generación de calor. Por lo general, existen dos opciones: o funcionan con un sistema de combustión con el que el calor generado se intercambia con el ambiente a través de la convección, o por conversión de energía eléctrica en calor, con lo cual se transfiere el calor mediante radiación.

 

Consumo energético de las estufas 

 

El consumo energético de las estufas está directamente relacionado con el área que se desee calentar, la diferencia de temperatura entre la del ambiente y a la que se quiere llegar y el tiempo en que se use el aparato.

Los costes, a su vez, están directamente relacionados con el precio de cada tipo de fuente de energía. Por lo general, los pellets son un combustible económico y eficiente, tanto como lo puede ser la madera. En el caso de las estufas de gas también hay gran eficiencia y el coste por mes o por año depende directamente del precio del combustible. Por su parte, las estufas eléctricas tienen alta eficiencia y cuentan con la opción de poder ser programadas para calentar por espacios de tiempo controlados, por lo que una buena planificación puede hacer que el consumo sea bajo.

 

Ventajas de comprar una estufa eléctrica 

 

Entre las ventajas de comprar una estufa eléctrica están:

Su instalación es muy sencilla. En la mayoría de los casos, solo se necesitará una instalación eléctrica. Esto les permite a las estufas eléctricas poder ser instaladas en pocos minutos. Asimismo, ofrecen una gran flexibilidad a la hora de jugar con la estética.

Su mantenimiento es bajo. Al no generar ningún residuo como sería el caso de las estufas a leña, gas, pellets y otras, no requieren de una salida o ventilación. Solo es necesario encenderlas. Sobre todo, con nuevas tecnologías, se pueden encontrar estufas eléctricas que ni siquiera son un riesgo por contacto con fuentes de altas temperaturas, pues sus superficies suelen mantenerse frías.

Son ideales para generar calor puntual. Sobre todo en espacios pequeños, las estufas eléctricas pueden ser una gran opción para calentar optimizando el coste.

 

Precios de las estufas eléctricas

 

Debido a la gran variedad de opciones de modelos de estufas eléctricas, podemos encontrar modelos cuyos precios van desde los 20 euros, de allí en adelante, podemos comprar este tipo de estufas por 200 euros o más. El precio del aparato está íntimamente relacionado con su capacidad para generar calor; los más baratos son portátiles y de poca potencia, los más caros son más potentes.

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