Chimeneas eléctricas
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Ofrecen una buena alternativa a las chimeneas y radiadores tradicionales. Cumplen la misma función pero tienen un diseño más atractivo y moderno. Es el compromiso adecuado cuando se dispone de muy poco espacio y se desea una chimenea a toda costa. Se pueden colocar en cualquier habitación, y todo lo que se necesita para instalarlas es una toma de corriente, lo que las hace perfectamente móviles. Las chimeneas eléctricas contienen un sistema de calefacción eléctrico que da la ilusión de una auténtica chimenea, sin troncos, llamas ni cenizas. Cada vez oímos hablar más de ello. Se ha convertido en el producto estrella de las tiendas de muebles y en el tema principal de programas y artículos de revistas de decoración. Son especialmente útiles en pisos, ya que no es necesario instalar un conducto de humos, que puede ser muy complicado. Chimeneas murales, chimeneas de pie o sencillos modelos auxiliares pequeños: hay algo para todos los gustos, con multitud de modelos diferentes entre los que elegir. Los precios oscilan entre 100 y 1.500 euros para adaptarse a todos los bolsillos, y el riesgo de intoxicación o incendio se reduce a cero.

Chimeneas eléctricas para pisos: imprescindibles en decoración

Son perfectos para interiores modernos y de diseño, diseñados con líneas limpias y curvas. Algunos también tienen frentes intercambiables para adaptarse a su diseño interior y decoración. Además, puede elegir entre multitud de modelos de diferentes colores, formas y materiales (madera, piedra, hierro forjado, acero inoxidable, etc.). Puede elegir su atmósfera ajustando el color y la intensidad de la llama mediante un sistema de LEDs en el interior de la llama.

¿Acogedor para una velada con amigos o cocooning para un momento de relax?

Tú eliges, según tu estado de ánimo y la ocasión. Puedes cambiar de habitación tantas veces como quieras, a menos que esté empotrada en una pared.

¿Cuáles son los puntos fuertes y débiles de una chimenea eléctrica?

1) Los puntos fuertes

Instalar una chimenea eléctrica supone el fin de los inconvenientes de una chimenea real. Se acabaron las tareas con leña, el humo, las limpiezas interminables y las cenizas. Su instalación es tan sencilla que puedes instalarlos tú mismo en cualquier habitación de tu casa o piso, sólo necesitas una toma de corriente.

Estas chimeneas ofrecen una gama muy amplia de prestaciones: control a distancia mediante un mando a distancia, están equipadas con un sistema de apagado automático y un termostato regulable. Algunos tienen incluso una puerta ignífuga que garantiza que la puerta esté siempre fría, lo que da tranquilidad a los padres y mantiene seguros a los niños.

También son más respetuosas con el medio ambiente, ya que la electricidad que producen es menos contaminante que el CO2 que emiten las chimeneas tradicionales.

Para los que se preocupan por el "Made in France", deben saber que las chimeneas Arte se diseñan íntegramente en Francia (región de Rhône Alpes) en sus talleres, y que trabajan con un gran número de distribuidores en Francia. Esto facilita las reparaciones y la compra de piezas de repuesto. Además, crea puestos de trabajo.

2) Puntos débiles

Comprar una chimenea eléctrica cuesta una cierta cantidad de dinero, pero esta inversión se amortiza rápidamente, porque una vez que la tenga, podrá conservarla durante años y ahorrarse el coste de instalar un conducto de humos.

Por supuesto, esto se sumará un poco a tu factura de la luz, por eso es buena idea elegir uno que consuma muy poca energía: hay algunos que consumen muy poco y no son más caros que los demás.

Producen menos calor que las chimeneas de leña tradicionales, por lo que resulta difícil calentar con ellas una habitación entera. Pero, una vez más, el rendimiento varía de un modelo a otro.

Las "llamas falsas" pueden quedar muy mal en las chimeneas eléctricas más baratas y crear un aspecto ligeramente falso y nada elegante. Cuanto más alta sea la gama, más perfecto e increíble será el efecto.

Una de las desventajas de la chimenea eléctrica es que no puede acogerse a la desgravación fiscal.