Este radiador decorativo prístino fusiona la luminosidad del blanco puro con la del vidrio. Perfecto en un ambiente de tonos claros o monocromático en blanco, este diseño también resalta como un destello luminoso en espacios con paredes claras pero con tonalidades intensas. Un consejo de decoración de Chemin’arte: el blanco amplía y da luminosidad, mientras que el negro aporta audacia y define el carácter decorativo. Un diseño completamente blanco debe ser complementado con pinceladas de color, no más de tres. Anímate con tonos como el verde esmeralda, el azul rey, los rosados vibrantes y los rojos intensos para marcar tu estilo.